En Corazón de espinos y amapolas el autor construye, a través de sus poemas, una autobiografía íntima, recorriendo los momentos más brillantes y oscuros de su vida.
La alegría, la sensualidad, el asombro, la soledad, el miedo y otros tantos sentimientos esperan agazapados entre sus páginas.
¿Quieres encontrarte con ellos?
Conversamos con David Manso, la voz detrás de la poesía íntima de Corazón de espinos y amapolas
1.- David, en Corazón de espinos y amapolas nos invitas a recorrer “los momentos más brillantes y oscuros de tu vida” a través de la poesía. ¿Qué te motivó a crear este primer poemario autobiográfico?
Este poemario, junto a otros poemas que no he incluido en el mismo, es para mí como un diario íntimo, que me ayuda a rememorar lo que ha sido mi vida. El manuscrito ha estado durmiendo el sueño de los Justos durante años, pasando de memoria USB a ordenador y viceversa. Nunca me había planteado publicar. Es más, ni siquiera mi pareja o allegados conocen gran parte de su contenido.
Sin embargo, el Destino es caprichoso y tiene sus propios planes. Hace no demasiado tiempo, entré en contacto, a través de las redes sociales, con dos poetas argentinas, Marianela Saavedra y Agustina Ferrand. Poco a poco, lo que nació como un contacto puramente literario se ha convertido en una preciosa amistad. Un día como tantos algo me impulsó a enviarles el manuscrito, a fin de que me dieran su opinión sincera al respecto. A ambas les encantó y me animaron a intentar su publicación. Y aquí estoy…
2.- Tu trayectoria poética cuenta con reconocimientos como el premio en el “Certamen de Jóvenes Creadores” y otros galardones. ¿Cómo influyeron estas experiencias en tu trayectoria y en tu decisión de publicar este libro?
Me ocurrió algo muy curioso tras recibir ese premio. Me sentí tan abrumado por los elogios que recibí que dejé de escribir durante mucho tiempo. Era como si la inspiración hubiese desaparecido, como si se hubiese escondido, asustada por el brillo del éxito. Por suerte, poco a poco fue volviendo a su ser.
Como indicaba antes, la decisión de publicar fue más una inspiración afortunada que una decisión planificada. Supongo que había llegado el momento…
3.- El título del poemario es evocador: Corazón de espinos y amapolas. ¿Qué representan para ti estos dos elementos tan opuestos, los espinos y las amapolas?
En nuestras vidas hay momentos oscuros o tristes, que nos hieren y hacen daño, como el espino si osamos tocarlo. Por otra parte, hay otros instantes llenos de alegría, color y luz. Elegí la amapola para representarlos dado que es una flor bella y salvaje que me encanta, desde que era niño. Y todos esos momentos, esas luces y sombras, nos hacen plenamente humanos y los atesoramos en el corazón, un órgano al que varias culturas identifican como el refugio del Alma.
4.- Después de más de 20 años cultivando la poesía, ¿qué ha sido para ti lo más difícil de plasmar tus emociones de forma que llegara al lector?
Siempre he escrito para mí, salvo determinados poemas que fueron específicamente para mi pareja. Por tanto, no me he planteado que mi obra pudiese llegar más o menos al posible lector de la misma. Lo único que realmente me ha importando es sentirme satisfecho con el fondo y la forma de lo escrito, sin mayores objetivos.
5.- En tu libro hablas de emociones universales como la alegría, el miedo, la soledad y el asombro. ¿Hay algún poema en especial que consideres clave para entenderte mejor como persona y como artista?
Si bien me desnudo en todos los poemas, destacaría uno que, si bien escribí hace años, sigue describiéndome bastante bien, aunque he cambiado mucho con el tiempo (a mejor, creo). Es el tercero en el poemario y dice así:
Tengo momentos…
Momentos de efervescencia,
pletóricos de vino y seda,
de romanticismo enfermo
y de sexual usura,
de ambigüedad,
de morbo compartido,
de alegría desmedida
y de sepulcral tristeza,
de mortal fidelidad
y libertad absoluta…
Momentos,
siempre momentos.
6.- Muchos poetas hablan de la relación con sus “musas”. ¿Cómo describirías la conexión que tienes con las tuyas y cómo influyen en tu proceso creativo?
Mis queridas Musas son bastante rebeldes y van y vienen a su antojo. Aunque ha habido momentos en que se han quedado a mi lado durante un tiempo prolongado, lo habitual es que me visiten de cuando en cuando. Así, tras un periodo de inactividad, aparecen de repente y logro escribir dos o tres poemas seguidos. Siendo sincero, siempre he considerado la Poesía como un bálsamo que es mejor usar poco a poco, sin excesos, para que no pierda sus efectos
sobre el Espíritu.
7.- Este es tu primer poemario publicado, pero no el primer reconocimiento de tu obra. ¿Qué consejos darías a quienes, como tú, tienen una relación duradera con la poesía pero aún no han dado el paso de publicar?
Mi consejo es simple: cerrad los ojos y escuchad a vuestra intuición. Y, si os resuena bien el asunto de publicar, dejad el miedo al rechazo a un lado (el Ego puede ser muy paralizante) y atreveros a enviar vuestra obra a una editorial seria, como Terra Ignota. Como suele decirse, no tenéis nada que perder y la posibilidad de cumplir vuestro sueño puede estar a la espera de la esquina.
8.- Por último, David, si tuvieras que elegir una palabra o una frase que encapsule la esencia de tu poemario, ¿cuál sería y por qué?
El verso de Juan de Leceta, alter ego de Gabriel Celaya, que incluyo junto a las dedicatorias del libro: “yo cuento mis bobadas (no sé si es poesía)”. Reflejo mis vivencias en verso, dado que así me nacen. No busco la Poesía en mayúsculas, la métrica o la rima perfectas, solo volcar aquellos sentimientos o ideas que bullen en mi interior. Algunos versos brotaron en la calma y otros en las tormentas más caóticas. Y así se muestran en la páginas del poemario.