1.- “Quiero Té” tiene un significado muy personal para tus personajes. ¿Cómo surge la idea de usar esta frase como un código de amor en la novela?
Quiero té, yo también pero al revés es un bonito título que te llama la atención. Como todas las historias tiene un origen y, quizás, un desenlace. Todo empezó cuando hace años estaba en una relación donde a ambos nos gustaba mucho el té. A partir de ahí, como código secreto, cada vez que uno de nosotros decía quiero té, había un guiño y un “yo también, pero al revés”.
Lo que empieza siendo un juego al final acaba siendo un código personal y una forma de decir te quiero como frase secreta y cómplice.
Esto fue el inicio inspirador para escribir esta novela, aunque después la historia fue por unos derroteros diferentes a la idea inicial pero con un resultado más que satisfactorio.
2.- Tu novela explora emociones de alta intensidad, como pasar del amor al odio en segundos. ¿Es la vida real tu principal fuente de inspiración?
Como te he comentado hubo una idea inicial, incluso hay un capítulo de la novela que fue el primero en escribirse pero que a posteriori no fue el inicio de la novela. Hay una mezcla perfecta de vivencias e imaginación, de emociones compartidas y que pueden identificar a multitud de lectores y apropiarlos como suyos y una dosis de ingenio y de darle una vuelta a las cosas.
Como cuento al inicio, la protagonista no tenía nombre, no me acoplaba ninguno y mientras escribía le iba llamando ella. Un buena mañana, casi de madrugada, me levanté de golpe y dije en voz alta “se llama Sandra”. Y lo vi claro.
A partir de ahí me dediqué a cambiar la palabra ella por su nombre y entonces apareció la magia. Como si de un duende se tratara, Sandra se empoderó y tomó las riendas de la historia y me llevó por rincones que yo no hubiese imaginado. Era como si me quisiera decir: “quiero que cuentes como me siento, que es lo que necesito y gracias a eso se producirá mi liberación”. Así fue. Acabé la novela y la dejé en un cajón, como queriendo que reposase. Al tiempo, la retomé para hacer correcciones, cambios, etc y al volverla a leer dije: wwuuauuu, madre mía. Gracias Sandra.
3.- Como cómico y monologuista, ¿cómo has aprovechado tu experiencia en el humor para crear momentos o situaciones dentro de esta novela de emociones y pasión?
La comedia te ayuda a afrontar la vida con otra perspectiva. Te hace ser más sensible ante las situaciones de la vida y sobre todo empático.
Te vuelves más observador y cuentas las historias como te gustaría escucharlas. Quizás, de una forma inconsciente escribes como si estuvieras encima de un escenario.
Un compañero cómico me dijo en una ocasión que el público quiere escuchar verdad, aunque sea divertida, pero que haya verdad. Al final, sin darme cuenta, he escrito una historia de emociones, pasiones y sentimientos que en el fondo son verdad.
4.- Dices que te tiraste a la piscina con esta novela. Como monologuista acostumbrando a tirarse al ruedo, ¿qué fue lo más desafiante de lanzarte de lleno al mundo de la literatura?
Siempre me ha gustado escribir. Desde un poema, un cuento o frases sueltas. Lo llevo en la sangre.
Hace unos años escribí mi primer libro de relatos cortos “Paseando Sentimientos” con la única pretensión de compartir historias (incluso los beneficios fueron destinados a una asociación de niños con enfermedades raras). Me gustó la experiencia pero me apetecía algo más. Y así nació Quiero té, yo también pero al revés. Quería una novela, necesitaba una novela. Como soy constante y con los objetivos claros, me puse manos a la obra y zas! Aquí estamos.
5.- El sexo, la intriga y las emociones a flor de piel son pilares de tu novela. ¿Existe algún mensaje acerca de la complejidad de las relaciones en tu libro?
El sexo es el enganche de este complicado engranaje. Vivimos en una sociedad donde las cosas van muy rápido y se genera una toxicidad (enganches emocionales, miedo a la soledad, miedo al rechazo o simplemente temor a cerrar una puerta por no saber que vendrá después). Y se generan muchas parejas que han perdido esa complicidad que no cultivan por vivir en mundos independientes. Soy partidario de la comunicación y de ser sinceros. Si no, a la larga, se produce esa toxicidad.
La historia quiere expresar como nos sentimos cuando queremos pero no podemos, cuando hay enganches emocionales e incluso una dependencia difícil de abandonar. Como bien dices hay emociones a flor de piel, momentos de angustia y dolor y momentos de querer reiniciar.
6.- ¿Qué diferencia has notado al escribir una novela frente a tus experiencias anteriores escribiendo guiones y monólogos? ¿Fue más difícil o más liberador?
He pensado alguna vez sobre esto y mi conclusión ha sido que el previo era una preparación intensa para este momento. Escribir guiones, monólogos, te hace crecer en el aspecto literario por el simple hecho de que tienes que contar una historia con un inicio, una trama y un desenlace. Y eso me ha servido para tener más claro a dónde quieres llegar y el modo de hacerlo.
Al principio fue muy fácil pero con el transcurso de la novela te vas quedando enganchado porque no encuentras el ritmo y te agobias un poco. Hasta que llega un momento en que las musas (o Sandra, jejejeje) te empujan y te llevan en volandas… eso es liberador y satisfactorio. Una experiencia muy recomendable.
7.- Tu implicación en diversas causas sociales y solidarias refleja un carácter inquieto y empático. ¿De qué manera crees que esta faceta tuya influye en la forma en que escribes sobre los personajes y sus relaciones?
De una forma inconsciente, cada personaje tiene algo de ti. Me gusta cultivar las emociones y los sentimientos, ver un poco más allá de cada situación. A veces nuestro comportamiento tiene un porqué y una historia detrás que nos ha llevado a comportarnos de diferentes formas en diversas situaciones. Por eso, en esta novela, puedes llegar a comprender al personaje, tenerle estima y en la siguiente página odiarlo con todas tus fuerzas.
8.- ¿Está en tus planes continuar tu faceta de novelista o por el contrario se trata de “una y no más”?
Todo el mundo me pregunta si habrá segunda parte, que le ha encantado y que se han quedado con ganas de más. Mi respuesta es bastante tajante al respecto. No. Me gusta mi novela, con un inicio y un final, a mi gusto perfecto. Por eso, se queda ahí.
Pero, como uno es inquieto y la experiencia me gusta, claro que hay proyectos en mi cabeza. Habrá más, por supuesto, lo tengo más que claro. (En mi cabecita ya revolotean nuevas historias con ganas de ser contadas).