Todos los libros tienen una historia que da lugar a su origen. Muchas veces los autores escriben a raíz de sus aficiones, otras veces, las simples conversaciones con los amigos pueden ser el germen de la obra. Es el caso de Fèlix y Pere: “Al principio no fue más que un divertimento entre dos amigos, muy habituados a hacer chascarrillos y a girar el sentido de las frases para buscar su vertiente cómica, pero en cierto momento me dije a mí mismo, que era una lástima que se perdieran muchas
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