Le somos indiferentes

Las vidas de cuatro personajes se desgarran.

La tragedia invade todo y, por momentos, parece que alguien dirige esa orquesta desentonada que es la vida.

Quizás, si realmente estuvieran seguros de que, efectivamente, todo está guiado o predeterminado, lo que les ocurre tendría sentido, pero en el texto, como en la vida, las certezas, son casi inexistentes.