Azahara Iris
Ayudar, enseñando con el propio ejemplo… Las palabras, se dicen, se escriben, se escuchan, se aplauden, pero si detrás no hay una auténtica realización de lo que pretenden decir… nada valen o valen para engañar…
Se habla, se escribe enseñando y aprendiendo al mismo tiempo… Las ciencias y las artes se manifiestan enseñando y aprendiendo al mismo tiempo…
Yo he aprendido de mis hijos, de mi esposo, de mis padres, amigos y también enemigos… Sí, mucho se aprende de los enemigos. Y mucho se aprende de los Seres ahogados en su propia miseria moral o afrontando las grandes dificultades que la vida les depara… siempre en cumplimiento de su “karma” que es la cosecha obligada de sus siembras del pasado…
Y hasta el día de hoy, sigo y siempre seguiré aprendiendo de mí misma y mis circunstancias… y de cuantos me rodean con sus circunstancias… Pues somos todos y “todo” los que vamos escribiendo y aprendiendo del gran libro de la Vida.