Lejos de ayudar a la humanidad, el descubrimiento del subespacio y su posterior desarrollo terminó por condenar al planeta, dejándolo inhabitable.Tras una huida desesperada en busca de un nuevo hogar, los supervivientes se han dividido en dos facciones irreconciliables: las Corporaciones, que ostentan el poder y el control de la mayoría de los recursos, y los Coloniales, formados por una amalgama de parias, mercenarios y ciudadanos que se oponen a las restrictivas políticas corporativistas.
El conflicto fue inevitable, desembocando en una guerra devastadora que dejó un claro ganador: las Corporaciones.El bando perdedor sobrevive como puede, temeroso ante posibles represalias. El capitán Simons, de pasado colonial y reconvertido en mero saqueador, hará un descubrimiento que podría cambiar para siempre el destino de la raza humana…
Conversamos con Juan Miguel G. S. Sánchez, autor de la sobrecogedora novela LO QUE SOBREVIVE, obra finalista del Certamen Isaac Asimov 2021.
1.- Tu novela Aquello que sobrevive explora un futuro distópico tras la condena de la Tierra. ¿Qué te llevó a escribir sobre una realidad tan espeluznante y cuáles eran los temas que querías abordar?
Bien, en primer lugar, he de decir que en un principio no tenía pensado escribir una novela tan oscura y pesimista, aunque determinados hechos me inclinaron a hacerlo así. Mi idea principal era alertar sobre el pensamiento de que el futuro y la supervivencia de la humanidad pasa por la colonización del espacio exterior. Numerosos científicos han respaldado de una u otra manera esta corriente. Te puedo citar a Stephen Hawking, Carl Sagan, Michio Kaku o Brian Cox, por citar unos ejemplos. Casi nada. Esto puede ser peligroso, porque con la idea de abordar y colonizar otros planetas se puede dejar de cuidar la Tierra definitivamente. Y hay que recordar que este es nuestro planeta, que además es idóneo para nuestro hábitat. Se puede hablar de colonización, pero siempre cuidando lo que tenemos. Es lo que ocurre en la novela, y mira cómo les va. Aparte, eso de encontrar un planeta habitable… Están los años luz de por medio, distancias ahora mismo insalvables. Incluso una película tan científica como Interstellar tuvo que recurrir a la ciencia ficción para ubicar a la humanidad en otro planeta (viajar a través de un agujero de gusano, pura especulación). Como mucho, de momento a corto o medio plazo se podría colonizar la Luna, por ejemplo. Pero no es nuestro hábitat natural; la falta de oxígeno y gravedad es un hándicap a tener en cuenta. Y más que un avance, que en cierto modo lo es, probablemente estaría disponible en exclusiva para los millonarios que se lo pudieran permitir. Algo parecido a lo que se hace actualmente, ya sea para sumergirse para contemplar el Titanic o dar esos viajes a bordo de una nave espacial.
2.- Las dos facciones en la novela, las Corporaciones y los Coloniales, parecen representar conflictos muy relevantes en nuestra sociedad actual. ¿Qué mensaje esperas que los lectores saquen de esta división?
Aquí seguimos un poco con lo mismo. Por mucho que busquemos otro planeta para empezar de nuevo, la humanidad llevaría en la mochila los mismos problemas. De modo que las injusticias, la degradación del medioambiente, la lucha por el control de recursos y demás se volvería a repetir. No aprendemos o no nos lo permiten, pues el modo de negocio y las luchas de poder estarán siempre por encima de todo lo demás.
3.- Tu actividad como lector ha sido intensa, y como autor has escrito obras y relatos de varios géneros. ¿Cómo ha influido tu trayectoria anterior en la creación de Aquello que sobrevive?
Probablemente fue una mezcla de todas esas experiencias anteriores, ya sea como lector o escritor. También quería exponer mi idea en cuanto al futuro de la colonización y los peligros que podría acarrear. No fue una novela premeditada, todos esos aspectos se fueron acumulando hasta que surgió la chispa que me hizo plasmar mi posición al respecto.
4.- ¿Cuáles son las mayores influencias literarias que puedes reconocer en tu obra?
He sido (y todavía lo soy, pero menos) un lector eminentemente decimonónico, inclinado hacia el terror y los aspectos sobrenaturales. Fue lo que me empujó realmente a escribir. Lovecraft, Poe, W.H. Hodgson, Bécquer, Emilio Carrére, M.R. James… Después de este inicio, amplié mi campo de lectura (aunque siempre he estado abierto a otras lecturas y géneros) y esto me ha posibilitado escribir textos costumbristas, sobre el realismo o temas históricos, por poner unos ejemplos. Llevo unos años apuntado a un club de lectura, y esto te hace descubrir novelas fascinantes como “Nos vemos allá arriba”, por citar solo una. Aunque también he tenido que leer algún que otro petardo.
5.- Has sido finalista y has ganado algunos premios en varios certámenes literarios. ¿Cómo ha influido esto en tu carrera como escritor, en tu confianza hacia tu obra y en la publicación de esta novela?
Puedo decir que he tenido suerte, aparte de ser muy constante con mi trabajo como escritor. Desde que empecé por los años 2008-2009 no ha habido año que no fuera ganador o finalista de algún certamen, de conseguir ser publicado. Esto te hace creer más en lo que haces. Tu obra pasa por un filtro especializado y es valorada. Estos empujones de moral me han permitido mantener mi ritmo habitual y sobre todo las ganas de seguir contando historias.
6.- Trabajas en el ámbito sanitario. ¿De qué manera tu trabajo diario ha impactado en tu escritura, especialmente en términos de la empatía y el conocimiento de las personas que requiere la creación de los personajes?
Al principio es fácil dejarse influir por un nuevo ambiente. Escribí varios relatos de terror ambientados en situaciones hospitalarias. No he sido el primero desde luego. Esos edificios, algunos tan viejos, por las noches pueden cobrar una nueva dimensión. Largos pasillos débilmente iluminados, el silencio, las historias que cuentan algunos veteranos… Pero duró poco, no podía estar repitiendo o variando las mismas historias. Luego, cuando accedía a una jefatura, sí que puedo decir que esto influyó en esta novela, “Aquello que sobrevive” especialmente en su parte final. Tenía pensado otro más convencional, y por suerte no ha sido así, ya que el que al final prevaleció es mucho mejor, en la línea de nuestra realidad como seres humanos. Y esta realidad es que hay una regresión en cuanto a nuestro comportamiento, acentuando el individualismo y el egoísmo por encima de todo lo demás. Todo el mundo sabe que actualmente hay herramientas digitales que potencian estos factores, creando esa necesidad y moldeando el carácter de muchas personas. Ha sido un ejemplo lamentable de cómo la ciencia también nos puede perjudicar.
7.- A través de tus relatos de terror, ciencia ficción y fantasía, ¿hay algún elemento recurrente que crees que define tu estilo como autor?
Aquí me pillas totalmente desprevenido. No sabría verlo, pues la ceguera de mi subjetividad como autor no me lo permite ver. Sé que tengo una “voz” propia cuando escribo, pero más allá… Aunque ahora que lo mencionas, quizá he sido algo reiterativo en algunas de mis obras con otra reiteración en la que solía caer el gran William Hope Hodgson. Ahí lo dejo.
8.- Finalmente, ¿qué esperas que los lectores sientan o reflexionen al terminar Aquello que sobrevive? ¿Tienes algún mensaje especial que desees transmitirles o tu mayor alegría como autor consiste tan solo en que pasen un buen rato mientras leen tu novela?
Precisamente a lo que aludes: “sentir” y “pensar”. Es una novela de aventuras enmarcada en la ciencia ficción, y quiero que los lectores que se decidan por leer esta novela se sientan en una montaña rusa de emociones, con horror, humor, acción y algo de romanticismo. Y al final, cuando cierren el libro, que piensen: “Joder, si es que este puñetero mundo funciona así”. Si este mensaje llega a calar, a hacer reflexionar durante un momento, habré conseguido mi objetivo.