¿Te apasiona la literatura fantástica y quieres conocer sus tipos? Este género, extremadamente popular por su capacidad de transportarnos a universos imaginarios, está lleno de subgéneros, cada uno de ellos con su propio estilo y encanto. Te contamos a continuación cuáles son los principales tipos de literatura fantástica que existen, desde la alta fantasía hasta el weird western.
Alta Fantasía (High Fantasy)
La alta fantasía, más conocida como fantasía épica, se desarrolla en mundos completamente ficticios y, generalmente, con protagonistas que luchan por grandes ideales. Ejemplos como El Señor de los Anillos, La Rueda del Tiempo o Las Crónicas de Dragonlance nos llevan a tierras donde reinan la magia, los dragones y las épicas batallas. Este estilo está marcado por una narrativa rica y un desarrollo profundo de la historia, además de una clara lucha entre el bien y el mal.
Baja Fantasía (Low Fantasy)
La baja fantasía se sitúa en el mundo real, aunque incluye algunos elementos mágicos o sobrenaturales. Obras como Las Crónicas de Spiderwick y Harry Potter son ejemplos donde lo fantástico se infiltra en nuestro entorno cotidiano, creando un contraste fascinante entre la realidad y lo mágico que es su verdadera esencia. Este subgénero es ideal para quienes disfrutan de la combinación de la vida cotidiana con toques de magia y misterio.
Fantasía Oscura (Dark Fantasy)
La fantasía oscura combina elementos de horror con lo fantástico. Aquí, el bien y el mal son más ambiguos, y las tramas tienden a ser sombrías y llenas de personajes complejos. Obras como las de Clive Barker o algunas de Stephen King exploran este subgénero, que se caracteriza por atmósferas perturbadoras y temáticas más adultas. La fantasía oscura es perfecta para quienes buscan historias con un tono más serio y, a veces, aterrador.
Fantasía Urbana (Urban Fantasy)
La fantasía urbana sitúa elementos sobrenaturales y mágicos en escenarios urbanos modernos. En series como Cazadores de Sombras y Dresden Files, los personajes suelen enfrentarse a seres mágicos en ciudades actuales, como Nueva York o Londres, añadiendo un toque contemporáneo a la narrativa fantástica.
Realismo Mágico
Aunque no siempre se incluye en la literatura fantástica, el realismo mágico comparte algunos elementos. En este subgénero, lo sobrenatural se presenta en un contexto realista y los personajes aceptan lo extraño como parte de su vida cotidiana. Obras como Cien años de soledad de Gabriel García Márquez representan este tipo de narrativa, donde la magia se siente natural e integrada en la historia. Es sin lugar a dudas el género que menos interesa a los lectores más fanáticos de la literatura fantástica.
Fantasía Histórica
La fantasía histórica combina hechos históricos reales con elementos mágicos o sobrenaturales. Ejemplos como Jonathan Strange & Mr Norrell, que nos transporta a una Inglaterra napoleónica con magia, muestran cómo este subgénero mezcla historia y fantasía de una forma fascinante, explorando cómo sería el mundo si la magia hubiera existido realmente.
Ciencia Fantástica
Ciencia-fantasía une la tecnología futurista con la magia, combinando elementos de la ciencia ficción y la fantasía. Star Wars es el ejemplo más icónico, donde la tecnología avanzada y “La Fuerza” coexisten. Esta categoría atrae tanto a amantes de la tecnología futurista como a quienes disfrutan de la magia y las profecías. Personajes de comic como Thor o Superman también deberían incluirse en esta categoría.
Espada y Brujería (Sword & Soccery)
La fantasía de espada y brujería es un subgénero enfocado en aventuras rápidas y personajes fuertes, generalmente guerreros o magos. En esta categoría, lo principal son las batallas, la acción y los antihéroes, como Conan el Bárbaro de Robert E. Howard. Este subgénero se caracteriza por su tono ligero y por personajes que resuelven problemas a fuerza de espadas y valentía.
Fantasía Humorística